A veces, es inevitable tener pensamientos difíciles de contener, pero al mismo tiempo no querer que los demás te vean como alguien raro. ¡Es una contradicción, verdad!
A veces, es inevitable tener pensamientos difíciles de contener, pero al mismo tiempo no querer que los demás te vean como alguien raro. ¡Es una contradicción, verdad!